Déjate llevar por la encantadora esencia de las flores en flor, mientras su delicada fragancia te transporta a un jardín rebosante de belleza, que refleja una verdadera elegancia y gracia.

Sumérgete en la esencia poética de la fragancia aymara, que captura el corazón de un jardín floreciente.

El agua, la base que da vida, hidrata como la niebla matinal, mientras que el aceite de almendras dulces nutre con tanta delicadeza como los pétalos en la brisa.

El aceite de semilla de uva protege como las vides resistentes y la glicerina retiene la humedad como el rocío en las hojas frescas.

Las fragantes notas de citronelol y geraniol susurran a jardines de rosas al atardecer, creando una delicada sinfonía floral.

Esta loción transforma el cuidado de la piel en un elegante viaje a través de la serena belleza de la naturaleza.